El autor chocholteco presenta 25 piezas, entre gráficas y pinturas en las que aborda la dualidad como metáfora de la vida humana
Con una muestra de la obra que ha realizado en el último año, pero en la que mantiene elementos de la tradición oral de su cultura chocholteca y mixteca, el artista oaxaqueño Carlos Bazán presenta la exposición «Arrebol» en el municipio de San Pedro Garza García, en Nuevo León.
La exposición se inauguró el 22 de noviembre en la galería Cárcamo Santander, en el Metropolitan Center, y abarca 25 piezas, entre grabados y pinturas en diversos formatos.
Bazán, originario de San Cristóbal Suchixtlahuaca (1993), cuenta que el nombre de la exposición se refiere a «cuando el cielo está en colores amarillos, naranjas y rojos, cuando está en su ocaso». Es por eso que la mayoría de las obras tiene esta paleta de colores cálidos.
Algunas piezas se enfocan en la temática de la serpiente y el águila, en alusión a los animales que en la época prehispánica tenían gran poder y eran parte de la creencia de los ancestros. «En la región de la que soy, la mixteca y chocholteca, abundan muchas serpientes y es muy común estar en convivencia con ellas. Yo las plasmo a partir de las leyendas que hay sobre el águila y la serpiente. Es como una guerra y dualidad que veo de la vida diaria, nuestros antepasados creían mucho en la dualidad», comenta Carlos.
El águila, un ave que surca los cielos, se convierte en esta exposición en una manera de representar a las personas. Lo mismo con la serpiente, otro ser que Carlos emplea para expresar su perspectiva sobre la humanidad.
«A veces nos sentimos arriba, felices, contentos, como el águila. Pero otras veces también estamos como la serpiente: abajo, tristes y sin aliento. Me gusta hacer esta metáfora de la dualidad, de la vida y la muerte, del agua y la tierra, de los colores muy vibrantes por un lado y por otro muy opacos y apagados».
En otras de sus piezas, Carlos también representa a los coyotes, magueyes, los árboles, las nopaleras y demás elementos de un imaginario que siempre ha estado en su vida y obra.
«Estoy muy agradecido por la invitación de mi galerista Denisse Cárcamo, que por 10 años ha representado mi obra en el norte del país. Me dio mucho gusto saludar a amigos, coleccionistas y público en general para poder compartir el trabajo que he vendido haciendo en este último año de creación», externó el artista sobre la exposición que estará abierta hasta el 7 de diciembre.